Estoy en Perú, en mi país! Debo confesarles que realmente me siento en un paraíso. Me siento tan agradecida durante el día, que no dejo de darle gracias a la vida por los momentos que estoy viviendo y compartiendo con mi familia y amigos en mi terruño.
No hay lugar a dudas:los peruanos somos unos gozadores y nuestro gozo se basa principalmente en comer bien. Y no sólo los cocineros como yo, sino todos los peruanos que conozco de distintos estratos sociales y regiones geográficas. Siempre tenemos en mente nuestra comida peruana. Antes de llegar a Lima, con Martín (mi novio) ya teníamos nuestra lista de platos que queríamos comer y de los restaurantes a los que queríamos ir.
Pregunta básica que nos hacen nuestros padres días antes de llegar es: “Que plato quieres que preparemos el día que llegas?”
Mi respuesta fue: “Chicha morada y cualquier cosa que tenga mariscos y pescados. Y sobre todo uñas de cangrejo”. Sabiendo que justo mi mamá , mi hermana y mi sobrino irían a la bahía de Paracas en Ica, al sur de Lima, donde el cangrejo popeye (tipo buey de mar) abunda, así como las conchas de abanico (vieiras), entre otros frutos del mar. Así que no solamente fui agasajada con las riquísimas y carnosas uñas de cangrejo que me transportaron al mismo Edén, sino que de aperitivo hubo también empanadas diversas, humitas verdes y tamalitos, además del ceviche de almejas y navajas asadas que hizo mi hermana Penélope, las cuales me hicieron sentir con mas intensidad (si cabe) en este increíble y paradisíaco rincón del mundo llamado Perú.
Marinita, la cocinera de mis padres preparó un arroz verde (al cilantro) con conchas, que estaba para chuparse los dedos!. Mi tía Male, con la Leche Asada que nos remonta a los días de la abue (madre de mi mamá y tía) cerró esta maravillosa sinfonía marina con esa nota dulce del festín.
Mis padres tienen una casa en la playa, directamente situada en la arena, a no más de 20 metros del mar, y frente a un roquerío donde los pulperos nos brindan sus pulpos cada día, con un nivel de frescura insuperable. Vivo y con agua de mar escurriendo aun por sus tentáculos. Por supuesto, un pulpito al olivo con aceitunas de botija, no faltó en nuestra mesa esa misma tarde. Además de un ceviche de lenguado y pulpo. Cabe mencionar que el lenguado fue cazado frente a la casa por mi papá en una de sus incursiones al fondo marino.
Vivo en Madrid, donde no hay mar, sin embargo durante 25 años de mi vida he crecido junto a él. Lima esta en la costa y además la mitad de cada año de mi vida la he pasado en esta casa, y hoy, desde su terraza escribo estas líneas sumergida en el intenso color naranja del crepúsculo, al son de las olas, los cantos de las gaviotas y otras aves, mientras el aroma de mar puro, lleno de vida se introduce en mí con cada inhalación.
Estar aquí, poder bucear para observar y estar en el fondo marino (sólo soy una observadora y recolectora. No cazo) o meterme con las aletas y una “morey” hasta sentirme en el medio del mar, al empezar el día o en el atardecer, y ver los delfines pasar en frente de mi, es más de lo que uno puede esperar en un día para sentirse agradecido con esta vida. E imagínense un día así culminado con unos Choritos (mejillones) a la Chalaca, una chelita (cerveza) heladita y un sudado de ojo de uva que te hace sudar de placer. Además de un delicioso helado de mango o lúcuma (una de mis frutas preferidas, oriunda de Perú y que no consigo en España.)
Debo confesar también que soy una golosa y uno de mis postres preferido es el Alfajor. El peruano, porque existe también el argentino que es distinto. Los dos fines de semana que he estado aquí, algún familiar o amigo nos ha traído uno. Mi emoción máxima respecto al alfajor fue cuando vi a lo lejos “la caja azul” que se iba aproximando a la sombrilla donde estábamos tomando el aperitivo en familia. Aquella caja azul, estaba siendo transportada por la misma “niñita”, que ya no lo es más, y que vende desde siempre, junto a su madre, los extraordinarios alfajores de miel de chancaca (miel de caña) entre otros dulces como las cocadas, alfajores y guargüeros rellenos de manjar blanco. Pero son los alfajores de miel los que me siguen haciendo salivar cada vez que veo aproximarse aquella cajita azul.
Ya se va el sol, y es mi deber como gozadora de este país echarme en la hamaca para pensar con que satisfacer mis nostalgias culinarias, mientras los últimos rayos violáceos dan bienvenida al anochecer.
un besito, Brisa*
5 comentarios:
Increible manera de describir la conección que tienes con tu familia, tu pais y la comida.
Me has hecho sentir cada instante de gozo que has tenido en tu visita... que esperamos sean más seguidas!!
Gracias por compartir con los que te leemos y por hacernos recordar lo increible que es este, nuestro pais.
Besos miles,
La china
Qué maravillaaaa!!!...por un momento,-Y SÓLO POR UN MOMENTO,JAJA,-he tenido ganas de ser peruana!!!jajaja...
Transmites tan bien tu emoción en tu crónica...y esas fotos...sobretodo las de comida en la playa....ooohhh por favor!!...no nos hagas esto!!jaja...que si no llegáis los dos con unos kilos de más OS MATO!!
MUCHOS BESOS!!
pd: Comino sigue regio...
Felicitaciones, Brisa!!!!
Llegué hasta tu blog luego de leer el artículo sobre ti en "Caretas" (http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=765&idSTo=74&idA=31477).
Nos conocimos en Fitur 2006, espero verte pronto y disfrutar de tu espectacular comida.
Cecilia
Holà prima,
Es un placer de leer los momentos pasados con la familia del peru !
Todas tus photos me havren el apetito ;-)
Espero que la proxima vez que vengas nos hagas uno de tus platos favoritos ;-)
Nous nous réjouissons de te revoir au mois d'Août ou peut-être avant....
Bisous
Sophie y Carmen
HOLA BRISA SUPONGO QUE TE ACORDARAS DE MI NO SE COMO LLEGUE A TU PAG...PERO LLEGUE SOY CHARO EX-MORENO JAJJA AMIGA DE CECILIA DELGADO Y MAMA DE LUCIANNA DE PULPOS TAMBIEN, AUNQUE ALGUNOS AÑOS QUE NO VOY PERO SOLO ESCRIBO PARA FELICITARTE AY DIOS COMO PASAN LOS AÑOS BESITOS.
A MI TAMBIEN ME ENCANTA LA COMIDA PERUANA ES LO MAXIMO !!!!!
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