Chef Privado Brisa en Japón, Marzo 2008. Nagano: macaos bañándose en su onsen en el Jigokudani Yaen Koen



Chef privado Brisa, 23.06.08
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Esta es la quinta publicación de mi viaje a Japón,
es un diario que escribí mientras estuve allá.


Nagano es una de las prefecturas de japón que uno si puede, no debe perderse. Es una región montañosa con paisajes estupendos y donde uno si quiere puede esquiar. Aquí se respira todavía aires tradicionales, tanto en su arquitectura como en su cultura.

Nagano tiene una extensa área que forma parte de reservas-parques nacionales. En ellas uno puede encontrar diversos lugares para bañarse en algún onsen, ya que Nagano es otra de las zonas de Japón, conocidas por su baños termales naturales.


Los mejores fideos soba, mis preferidos, son de está prefectura. Los soba están hechos de trigo sarraceno y en nagano son concoidos como shinshu o shinano soba. Se sirven de distintas maneras, caliente o frío, al té verde o algas, con huevo crudo o con wasabi y un tipo de mandioca o yuca rallada, resultando en una textura viscosa.

Los shinshu soba fue una de las razones por las que fui a Nagano, sin embargo debo confesarles que la principal fue el parque nacional Jigokudani Yaen Koen, donde uno puede ver a los macao salvajes bañandose en los onsen. Este parque es el hábitat de alrededor de 200 simios desde 1960.

Para mi este fue un sueño más hecho realidad, soy una amante de los animales y la naturaleza. Una de las cosas que quise ser antes de ser cocinera, fue ser bióloga marina o zoóloga y además fotógrafa y trabajar para National Geographic, revista con la que crecí ya que mi padre estaba suscrito y tenía cientos de estas.

Para ir al parque, tomé un tren bala, relamente es una bala! (ni se siente que avanza ), luego un bus y luego una caminata de media hora entre el bosque. Valió totalmente la pena para ir a ver a esos monos a medio metro de mi en su hábitat natural, bañándose en su onsen, tal cual lo había visto toda mi vida en las fotos, no me lo podía perder!

Lo íncreible también es que hay una pequeña aldea cerca y los macao se pasean entre su techos y conviven sin miedo con los humanos, ya están acostumbrados a nosotros porque de igual manera me sorprendí al poder estar a menos de medio metro de ellos, por precaución propia, de mi parte.


A continuación podrán ver fotos de la visita al Jigokudani Yaen Koen. Las fotos de soba las dejo para otra publicación más culinaria.